La GIP (Gestión Integrada de Plagas) es un sector interdisciplinario, transversal a áreas clave como el medio ambiente, la seguridad laboral, la inocuidad alimentaria y, en última instancia, a la sociedad en su conjunto.

En un contexto donde la pérdida de alimentos sigue siendo un problema global, se suman nuevos desafíos como los virus emergentes, que amenazan la salud pública, alteran nuestras formas de vida y afectan seriamente la economía de los países.

Por todo esto, la GIP se vuelve un componente esencial para cualquier actividad industrial, agropecuaria, sanitaria, educativa, comunitaria e incluso para el propio Estado.